
Mas el caballero que expesa su tremenda desolación de 'hechado' con lágrimas tan copiosas pronto vuelve a hinchar su pecho con el soplo de las energías y las desiciones poderosas. de las lágrimas pasa a la casi reflexión que es el suspiro (entre el llanto y la calma) en medio de los grandes cuidados o vaivenes del alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario